Cuando hablábamos de los Emiratos Árabes Unidos no podíamos evitar pensar en Dubai, grandes rascacielos, hoteles lujosos y un sinfín de actividades y servicios asociados al lujo y al glamour, un destino en el que el principal reclamo era el adverbio “más”: el más alto, el más grande, el más moderno, etc.
Los Emiratos Árabes Unidos han crecido, pero también han evolucionado. A la expansión de Dubai se han sumado otros emiratos convirtiendo este país en un interesante destino que ofrece muchos atractivos que van más allá del simple stopover. No solo se han desarrollado infraestructuras y ampliado la oferta hotelera, sino también una paleta de actividades y reclamos turísticos de diferente índole, haciendo que los Emiratos Árabes se conviertan en un destino cautivador para todo tipo de viajeros y con cualquier tipo de presupuesto.
La apertura de nuevos parques temáticos, como por ejemplo IMG Worlds of Adventures o Dubai Parks & Resorts, que se suman a los ya existentes, Ferrari World o Yas Waterworld, convierten este destino en un sitio ideal e imprescindible para familias.
El auge de otros emiratos como Abu Dhabi, hogar de la impresiónate Gran Mezquita de Sheikh Zayed; o Sharjah, Capital Cultural del Mundo Árabe por la UNESCO, ofrece un interés cultural, el cual se ve reforzado con la recientemente inaugurada Dubai Opera House y el desarrollo de nuevos proyectos culturales como Saadiyat Cultural District en Abu Dhabi que albergará museos como Louvre, Guggenheim o el Zayed National Mueum, entre otros.
Todo esto, sumado a una amplia oferta gastronómica y de actividades diferentes y novedosas, hace que los visitantes quieran descubrir qué otros encantos esconde este país más allá de las vistas de la planta 125 del Burj Khalifa.
